Hoy quiero hablar de los Detroit Lions, un caso que me parece más que digno de estudiar. Después de comenzar la temporada de forma espléndida, con 6 victorias y 2 derrotas. Acababa de disputarse la novena jornada, y habían dado una paliza a los Denver Broncos (44-7). El quarterback del equipo, Jon Kitna estaba jugando a un gran nivel, y se encontraba entre los mejores en su puesto, según las estadísticas. Sin embargo, todo cambio.A continuación, llegaron seis derrotas consecutivas ante Cardinals, Giants, Packers, Vikings, Cowboys y Chargers, hasta colocarse en un 6-8 de balance. Lo cierto es, que los rivales eran de peso, pero eso no es excusa para que un equipo que apuntaba tan claramente a los play off, haya tirado por la borda prácticamente todas sus opciones de llegar a éstos.
Si buscamos explicaciones, nos encontramos con que Kitna, ha ido empeorando sus números de forma evidente. Durante las seis derrotas consecutivas, realizó 7 pases de touchdown y fue interceptado hasta en 11 ocasiones, unos números que no puede permitirse un equipo que quiere estar en la post temporada. Y si de números hablamos, mejor ni entrar en la defensa, que recibió una media de 34,16 puntos durante esas seis derrotas, una auténtico coladero.
Algunos especialistas, atribuyen la mala racha de los Lions a que su head coach, Rod Marinelli, abusa del juego de pase, haciendo previsible de esta manera al ataque de Detroit, teniendo en cuenta que Kitna tampoco es ni Brady, ni Frave.
A los Lions aún les queda alguna posibilidad de meterse en play off, aunque lo tienen francamente complicado. Para la próxima temporada, deberán enmendar los errores cometidos este año, y podrán tener más opciones de llegar lejos.
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