Lo han calificado de sorpresa, pero se veía venir. La victoria de los Giants en el Texas Stadium era algo previsible. No hay que olvidar, que pese a llegar los play off con una wild card, New York tenía el tercer mejor balance de la conferencia empatado con Seattle, aunque, con más mérito, ya que lo consiguió compartiendo división con Eagles, Redskins y los propios Cowboys.Pero la victoria de los neoyorquinos era de esperar sobre todo por el momento de forma en el que llegaba cada uno de los equipos: Los Giants, en racha, con un Manning pletórico y la defensa demostrando su solidez. Por el contrario, los Cowboys ya no son aquel equipo de principio de temporada que parecía que se iba a pasear en la NFC. A Romo le costaba encontrar a TO y sólo las recepciones de Witten parecían otorgarles alguna posibilidad de adjudicarse la conferencia.
Y llegado el partido, todo siguió el guión de las últimas semanas para cada equipo. Owens casi desaparecido, la defensa de New York poniendo en problemas al ataque de Dallas y Eli Manning muy concentrado, realizando pases precisos, sin arriesgar. A todo esto hubo que sumarle el desastroso partido de Romo, que en el último drive, cuando los tejanos podían darle la vuelta al marcador, fue incapaz de conectar con alguno de sus receptores para llevar a su equipo a la final de conferencia.
En definitiva, los Giants pasan a la final de la NFC y tendrán que visitar la tundra helada del Lambeau Field, donde una cosa es segura: las condiciones climatológicas no serán buenas.
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