Partido lleno de imprecisiones el que disputaron Green Bay y New York en el Lambeau Field bajo unas temperaturas gélidas. Parecía que ninguno de los dos conjuntos quería enfrentarse a los Patriots en la Super Bowl, ya que no pararon de cometer errores garrafales unos y otros. Al final, los Giants se impusieron en la prórroga con un field goal de 47 tardas ante unos decepcionantes Packers.
Si hubo alguien que puso algo de brillantez al partido, sin duda fue la defensa del cuadro de la gran manzana, que se exhibió en la tundra helada. La línea defensiva anuló totalmente el juego de carrera de los cheesheads. Después del espectacular partido de Ryan Grant la semana pasada, en este encuentro sólo pudo lograr 29 paupérrimas yardas en 13 intentos. Por su parte, Favre tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y de lo que había exhibido a lo largo de la temporada. Además fue interceptado en la prórroga, propiciando el lanzamiento que le dio la victoria a New York.
Por su parte, los Giants tampoco destacaron especialmente en ataque, sobretodo por que les costó mucho acabar sus jugadas una vez llegados a la redzone. Sin embargo, Manning, sin jugar de una manera espectacular, hizo un partido muy serio y sólido, sin errores de bulto, guiando serenamente a su equipo a la victoria.
Si hubo alguien que puso algo de brillantez al partido, sin duda fue la defensa del cuadro de la gran manzana, que se exhibió en la tundra helada. La línea defensiva anuló totalmente el juego de carrera de los cheesheads. Después del espectacular partido de Ryan Grant la semana pasada, en este encuentro sólo pudo lograr 29 paupérrimas yardas en 13 intentos. Por su parte, Favre tampoco estuvo a la altura de las circunstancias y de lo que había exhibido a lo largo de la temporada. Además fue interceptado en la prórroga, propiciando el lanzamiento que le dio la victoria a New York.
Por su parte, los Giants tampoco destacaron especialmente en ataque, sobretodo por que les costó mucho acabar sus jugadas una vez llegados a la redzone. Sin embargo, Manning, sin jugar de una manera espectacular, hizo un partido muy serio y sólido, sin errores de bulto, guiando serenamente a su equipo a la victoria.
Al final, parece que el frío sólo sirvió para helar las ideas del ataque de Green Bay y para acentuar el sufrimiento de los seguidores locales. Los Giants logran de forma totalmente sorprenderte “colarse” en la gran final, mientras que los Packers, pese ha haber completado una campaña que ni los más optimistas hubieran soñado en verano, acaban con un mal sabor de boca al haberse quedado a un paso de la Super Bowl, cayendo en casa, con frío y siendo los favoritos.
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